Articulo "Haz lo que digo, pero no lo que hago

HAZ LO QUE YO DIGO, PERO NO LO QUE YO HAGO

La última pastoral de la Conferencia Episcopal a causado gran indignación en numerosos colectivos, sobre todo entre las mujeres. En el se asegura, QUE LA VIOLENCIA DOMÉSTICA ESTA RELACIONADA CON LA REVOLUCIÓN SEXUAL FEMENINA. Esta declaración tiene una especie de eco reaccionario, muy del gusto de nuestros más ilustres inquisidores. En primer lugar la Iglesia pretende atormentar la conciencia y la moral femenina, de algún modo se le quiere hacer ver a la mujer que al haberse equiparado social, laboral y sobre todo sexualmente con respecto al hombre, ha desencadenado todo un conjunto de circunstancias trágicas.

La Iglesia, en una de sus mas retorcidas actuaciones, pretende recuperar a la familia como célula principal de nuestra sociedad, a costa de atormentar a la mujer, considerándola responsable de que su pareja sentimental abuse de ella. Recuerda esto, a cuando algunos estados sureños de EE.UU. culpaban a los negros de la caída de la bolsa, por no resignarse a ejercer la esclavitud ¡ Qué vergüenza¡.
Sigo sin comprender a un colectivo que llevan colgado un cartel en la frente que reza “Haz lo que yo diga, pero no lo que yo haga”.
Eso parece, pues los casos de delitos sexuales por parte de curas católicos que están en todos los medios de comunicación. Hace unos días era ratificada la condena a un cura de un pueblo Cordobés, por abuso a menores, sin embargo el Obispo de esta Provincia salía en su defensa y lo justificaba.

Según el libro de José Rodríguez titulado “La vida sexual del Clero” constan pruebas irrefundables del historial de 400 sacerdotes, donde se documenta la siguiente realidad estadística: Entre los sacerdotes actualmente en activo, un 95% de ellos se masturban, un 60% mantienen relaciones sexuales, un 26% soba a menores, un 20 % realiza practicas de carácter homosexual, un 12% es exclusivamente homosexual y un 7% comete abusos sexuales graves con menores.
En otras investigaciones, realizadas por la Universidad de Salamanca y publicadas por el Ministerio de Asuntos Sociales, afloró un dato no menos trágico: Del total de españoles que han sufrido abusos sexuales siendo menores, un 10% fue abusado por algún sacerdote católico.
Por tanto mi crítica va contra una situación injusta, hipócrita y delictiva que perjudica a todos, siendo las principales victimas los propios sacerdotes y el gran colectivo de mujeres, además de los homosexuales.

autor: Jose A. Ponce, publicado en la prensa, Marzo del 2004