jueves, 12 de marzo de 2009

Articulo Irak

IRAK


No voy a insultar la inteligencia de los lectores de “La Prensa” discutiendo si las elecciones en Irak fueron una victoria de la democracia. Las grandes agencias informativas nos han vendido “la noticia cocinada” por la Administración Bush de que estas finalmente se habían saldado con un tremendo éxito de participación.

Esta ha sido una nueva mentira y una gran estupidez juntas, que todos los medios Españoles sin acepción han repetido.
En Irak, hay una población cercana a los 30 millones de habitantes y unos 20 millones de electores. En las pasadas elecciones han votado algo mas de 8 millones de personas es decir menos del 50% de los electores.
Si a ello añadimos que de esos ocho millones, dos y medio han sido kurdos, nos quedan 6 millones de votantes árabes, de un total de 24 millones, que es el conjunto de la población árabe del país.
Las agencias internacionales de prensa al servicio del imperialismo y los medios de comunicación en España consideran ese 30% “un éxito de participación”.
A todo esto señalar que estas elecciones no contó con observadores internacionales, recordar que en las últimas elecciones en Venezuela había mas de 300 observadores de todo el mundo.
Por tanto, cualquier conclusión que emitan las actuales autoridades carecen de veracidad.
Las elecciones solo pretenden legitimar y consagrar la legalidad internacional para los actos del gobierno títere, es decir, la legalidad para seguir matando, destruyendo ciudades y la entrega de los recursos petroleros a los pulpos del ocupante.
En Irak no hay otro camino para la resolución del conflicto que el de la finalización de la ocupación militar, y la finalización de la invasión.
Mientras esto no ocurra, la resistencia como corresponde a un pueblo con dignidad seguirá defendiéndose legítimamente contra una ocupación ilegal y criminal, que no tiene otra finalidad que el expolio de los recursos naturales del país es decir el petróleo y el gas.
Irak es ya como Vietnam: ya son 1.500 los soldados Yanquis muertos, y varios miles los heridos, los Yanquis no se quieren ir, pero aunque quisieran saben que, tan pronto salgan, tomará el poder soberano, antiamericano, del mismo modo que lo tomó en Vietnam un gobierno comunista antiamericano.


Autor: José A. Ponce, publicado en el diario la prensa, en marzo del 2005

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